La historia del trekking Ramat de Camins empieza en 2006 cuando una empresa de dinamización local de la comarca pirenaica del Pallars Sobirà (Montanyanes) decide celebrar el cincuentenario del viaje que en agosto de 1956 realizaron los escritores y caminantes Camilo José Cela (Padrón, 1916 – Madrid, 2002) y Josep Maria Espinàs (Barcelona, 1927) por el Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Val d’Aran y Alta Ribagorça.
Camilo Jose Cela y Josep Maria Espinàs
De este viaje cada escritor escribió su relato: Viaje al Pirineo de Lérida (Destino, 1965) y Viatge al Pirineu de Lleida (Selecta, 1957), que más adelante Espinàs revisaría y retituló con el nombre de A peu pel Pallars i la Vall d’Aran (Campana, 2000). En estos libros se describían las bellezas del paisaje, el cual se presentaba acompañado de una población que empezaba a entrar en la modernidad. Recordemos que durante los años cincuenta del siglo XX en nuestro Pirineo apenas se empezaba a conocer la palabra «turismo».
Libros de Camilo José Cela y Josep Maria Espinàs
En otoño de 2006 se llevaron a cabo una serie de actos culturales para rememorar aquel viaje y en 2008 se constituyó una asociación, promovida por el Institut de Desenvolupament de l’Alt Pirineu i Aran, llamada “Un ramat de camins. Associació Pirinenca per al foment de la cultura i el turisme”. Estaba formada por los Consells Comarcals del Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alta Ribagorça y Conselh Generau d’Aran, y la intención era desestacionalizar el turismo con la promoción conjunta de propuestas turísticas y culturales.
Actos culturales del otoño del 2006
Una de estas propuestas les llevó a contratar una escritora y caminante para que volviera a hacer el viaje de los escritores y escribiera su relato.
Núria Garcia Quera
Así nació el libro Nou viatge al Pirineu (Sensus, 2012), de Núria Garcia Quera.
Nou viatge al Pirineu de Núria Garcia Quera
Esta escritora, a diferencia de sus predecesores, evitó siempre que pudo el hecho de andar por el asfalto y escogió los antiguos caminos vecinales que unen los pueblos pirenaicos y que hacía pocos años que se habían empezado a recuperar. Así nació la ruta Ramat de Camins, que tomó el nombre de la asociación y, también, de una expresión pirenaica. Cuando alguien dice que algo lo ha hecho muchas veces, dice que lo ha hecho «un ramat de camins» (literalmente, un rebaño de caminos).